13 may 2009

Viaje a Estambul

Aunque intenta convencernos de que es más europea que asiática, no te lo creas. Estambul es aún ese lugar maravilloso donde se pueden descubrir muchos de los secretos de Oriente, como probar las delicias de un verdadero baño turco, conocer los sabores insólitos de una pipa de agua o extasiarte ante los hipnotizantes bailes de los derviches.

Empieza por lo básico y verás la nueva cara del viejo Estambul: más bonito y también más caro. Después, tienes una cita en la paz de un hammán.

Alrededor de Santa Sofía y del Palacio de Topkapi, se han restaurado varias casas de madera de los siglos XVIII y XIX y ahora son hotelitos con encanto, restaurantes, cafés y tiendas. Cerca de las murallas marítimas está resurgiendo una nueva ciudad que recupera lo mejor del pasado. A los grandes monumentos y museos también se les ha lavado la cara, pero en contrapartida han subido escandalosamente el precio de sus entradas, aunque con la inflación que sufre la lira turca se nota menos.
Pero todavía quedan barrios donde nada parece haber cambiado y que vale la pena que explores. En ellos encontrarás increíbles tesoros, como alguna antiquísima iglesia bizantina cuajada de mosaicos, un viejo cementerio otomano o un bazar que parece salido de las cuevas de Alí Babá.

Y si es cierto que Estambul es uno de esos lugares que se puede visitar en cualquier momento del año, en otoño, además, hay menos turistas, no hace calor y la luz ofrece tonalidades tornasoladas que transforman la ciudad en algo aún más extraordinario.

Visitar esta página: Mi viaje a Estambul, donde podréis encontrar toda la información útil para viajar a esta maravillosa ciudad.

1 comentario:

Javier Adán dijo...

Gracias Raquel por tu comentario y tu link. Tu tb tienes un estupendo blog que seguiré. Un abrazo.