Al llegar a Salamanca podemos dirigirnos a su Plaza Mayor, para muchos la más bella de España e incluso del mundo.
De influencia barroca, comenzada en 1729 y finalizada en 1788. Desde allí, podemos acudir hacia el Palacio plateresco del siglo XVI de Monterrey (propiedad del Ducado de Alba) al cual accederemos a través del arco de la calle Prior.
Una vez allí, observaremos sin esfuerzo las grandes torres de la Clerecía al final de la calle compañía lugar, la Clerecía, que se erige como el edificio más grande de la ciudad y alberga a la Universidad Pontificia. Frente a ella, nos topamos con la conocida Casa de las Conchas, el edificio más representativo de la época de los Reyes Católicos, salpicado con más de 350 conchas de peregrino compostelano.
Recomendamos ahora coger la calle Libreros para llegar a la Universidad e intentar descubrir donde se encuentra la "ranita" en su fachada de estilo Plateresco. Frente a ella, localizamos un magnífico rincón charro en el que podemos disfrutar del Patio de las Escuelas, donde se localizan tres edificios que constituyen el antiguo recinto Universitario: Casa de los doctores de la Reina, Patio de Escuelas Menores y Hospital del Estudio.
Continuando nuestro paseo, llegaremos a las catedrales tomando la calle Calderón de la Barca. La Vieja, iniciada en el XII es de estilo Románico, con cubierta formada por bóvedas nervadas y una cúpula de crucero conocida como la Torre del Gallo de influencia Francesa. La Nueva fue iniciada en 1513 y es una de las últimas construcciones góticas europeas.
Volvamos ahora, de nuevo hacia la Plaza Mayor por la calle Anaya, por el camino veremos el Convento de las Dueñas cuya portada plateresca e interior de finales del gótico se edificó en 1533.
Frente a este convento, está otro, el de San Esteban donde podemos visitar su gran Retablo Mayor, de Churriguera con pinturas de Claudio Coello.
Finalmente, subiendo por San Pablo, veremos el Palacio de Orellana, un hermosísimo ejemplo de la arquitectura civil en el periodo medio del plateresco y el barroco. Más adelante vemos la Torre del Clavero, palacio salmantino del siglo XV con aspecto de fortaleza.
Esto es, muy a grandes rasgos, un paseo por la capital charra. Una ciudad llena de juventud gracias a sus universidades, que rebosa de vida a cualquier hora del día y en cualquier época del año.
De influencia barroca, comenzada en 1729 y finalizada en 1788. Desde allí, podemos acudir hacia el Palacio plateresco del siglo XVI de Monterrey (propiedad del Ducado de Alba) al cual accederemos a través del arco de la calle Prior.
Una vez allí, observaremos sin esfuerzo las grandes torres de la Clerecía al final de la calle compañía lugar, la Clerecía, que se erige como el edificio más grande de la ciudad y alberga a la Universidad Pontificia. Frente a ella, nos topamos con la conocida Casa de las Conchas, el edificio más representativo de la época de los Reyes Católicos, salpicado con más de 350 conchas de peregrino compostelano.
Recomendamos ahora coger la calle Libreros para llegar a la Universidad e intentar descubrir donde se encuentra la "ranita" en su fachada de estilo Plateresco. Frente a ella, localizamos un magnífico rincón charro en el que podemos disfrutar del Patio de las Escuelas, donde se localizan tres edificios que constituyen el antiguo recinto Universitario: Casa de los doctores de la Reina, Patio de Escuelas Menores y Hospital del Estudio.
Continuando nuestro paseo, llegaremos a las catedrales tomando la calle Calderón de la Barca. La Vieja, iniciada en el XII es de estilo Románico, con cubierta formada por bóvedas nervadas y una cúpula de crucero conocida como la Torre del Gallo de influencia Francesa. La Nueva fue iniciada en 1513 y es una de las últimas construcciones góticas europeas.
Volvamos ahora, de nuevo hacia la Plaza Mayor por la calle Anaya, por el camino veremos el Convento de las Dueñas cuya portada plateresca e interior de finales del gótico se edificó en 1533.
Frente a este convento, está otro, el de San Esteban donde podemos visitar su gran Retablo Mayor, de Churriguera con pinturas de Claudio Coello.
Finalmente, subiendo por San Pablo, veremos el Palacio de Orellana, un hermosísimo ejemplo de la arquitectura civil en el periodo medio del plateresco y el barroco. Más adelante vemos la Torre del Clavero, palacio salmantino del siglo XV con aspecto de fortaleza.
Esto es, muy a grandes rasgos, un paseo por la capital charra. Una ciudad llena de juventud gracias a sus universidades, que rebosa de vida a cualquier hora del día y en cualquier época del año.
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