Puesto que no podemos asegurar que el alojamiento donde vayamos nos ofrezca todos los productos de higiene personal que necesitamos, es conveniente que jamás falten gel, champú y suavizante (sobre todo los de tratamiento concreto), cepillo y pasta de dientes, desodorante, peine o cepillo, así como los útiles propiamente masculinos o femeninos, por muy corto que sea el viaje. Si el espacio lo permite, también podríamos añadir un pequeño espejo y unas pinzas.
Si encontramos tantas dificultades para llevar todos estos artículos, como si tuviésemos que meter un elefante en un seiscientos, podemos solucionar la situación adquiriendo unas pequeñas bolsas de aseo especiales para viaje, que contienen todos estos artículos reducidos a la mínima, pero efectiva, expresión.
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