La línea 9, con más de 46 kilómetros de largo, no sólo será la más larga del país, sino que se pondrá en marcha sin nadie en los controles de mando.
En París y en Singapur, el subterráneo ya funciona sin conductor en algunas líneas, igual que en Tokio, Yokohama, Nuremberg y Hong Kong.
El cambio será paulatino pero seguro. De momento, en España, la tecnología que avanza como una locomotora sin freno sólo ha llegado a Barcelona.
Los mismos circuitos electrónicos que remplazaron al hombre sobre la tierra, ahora también suplantan a la fauna subterránea. Así, la jerarquía vertical del subsuelo tiene especies en vías de extinción. Muy pronto los expertos en cables y circuitos integrados serán los protagonistas de la historia subterránea, como lo fueron antes los maquinistas.
vía: soitu
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