Ya por fin tengo ordenador! ahora estaré o intetaré estar más atenta al blog, cosa que me encanta!, os dejo este post que no viene muy mal para los días que estan haciendo.
Pocas cosas hay que nos molestan en vacaciones, pero un día con lluvia se lleva la palma y mucho peor que te agarre un ciclón y estes varios días con lluvia. Pero estas seis opciones de lo que podemos hacer cuando afuera llueve a mares nos pueden ayudar un poco.
1. Salidas culturales de última hora: En todas las ciudades, por más pequeñas que sean, hay museos y casas de la cultura. Puede resultar aburrido y salir a la intemperie en una lluvia torrencial para acudir a un museo, a veces no parece la mejor opción. Pero es muy común que en este tipo de espacios se exponga la historia de la ciudad, con fotos antiguas y objetos extraños.
2. Placeres culinarios: Para muchos, la mejor opción. En cualquier destino turístico la oferta gastronómica es siempre inmensa y lo suficientemente amplia para sorprendernos en cada pastelería o restaurante al que arribemos. Habrá que salir del refugio y mojarse unos minutos, pero la recompensa será sin duda muy grata.
3. Juegos: Esta es siempre la primera idea que nos viene a la mente cuando viajamos acompañados. Ojalá que a todos se les haya ocurrido llevar un mazo de naipes, dados o un juego de dominó para pasar el día jugando. Sino tendrán que hacer un sorteo para elegir al desdichado que saldrá bajo la lluvia a comprar en algún comercio un mazo de naipes y que empiecen las apuestas.
4. Cine y teatro: Las ofertas de cine y teatro pueden ser muy numerosas y una excelente opción para eludir la lluvia, pero de seguro nadie querrá salir del hotel a investigar qué películas están dando en el cine del pueblo. Lo mejor es siempre que uno llega a un destino acumular los folletos turísticos y dirigirse primeramente a la oficina de turismo.
5. Compras: Comprar los regalos para amigos y familiares, los dulces regionales y los recuerdos de las vacaciones suele ser una actividad que uno deja para último momento y que lleva varias horas. ¿Qué mejor que un día lluvioso para salir de compras?
6. Circuito turístico en ómnibus: No se dejen llevar por la tentación de quedarse encerrados en el hotel. Aún bajo una tormenta torrencial pueden recorrer la ciudad; no a pie, pero sí dentro de los medios de transporte públicos, en combis con un guía turístico o, si poseen uno, en automóvil. La gran mayoría de los transportes públicos poseen un itinerario fijo con horarios regulares que va a ser importante conocer de antemano para no tener que esperar en la intemperie un largo rato.
Las actividades dependen de los gustos de cada uno. Mientras los más intelectuales de seguro compren un libro y se la pasen en el hotel leyendo (mi cuñado Jaime), los más inquietos irán a recorrer la ciudad (yo mismo) y los más divertidos pasarán la tarde jugando a los naipes (mi hermana María).
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