Vamos a los datos prácticos y las novedades.
Primera recomendación: reserva ya. La antelación, en lo que a cruceros se refiere, es fundamental para obtener tanto la plaza como el mejor precio. Así aprovecharás las promociones de reserva anticipada y tendrás la opción elegir el camarote que más se adapte a tus necesidades o preferencias. Si aguardas a última hora te arriesgas a quedarte en tierra, mucho más que en el caso de los aviones. Aunque también existen los descuentos del último momento. Los márgenes de tiempo recomendados son de 6 a 8 meses en los siguientes casos: que busques un viaje inaugural; que quieras una suite o un camarote exterior con balcón; si viajas con niños y necesitas uno cuádruplo; o si precisas un camarote perfectamente adaptado para personas con movilidad reducida.
La documentación, lo primero. Los pasajeros precisan acreditar siempre su identidad y nacionalidad para subir o bajar del barco. Lleva siempre encima toda la documentación cuando bajes a tierra. En algunos países pueden pedirte, incluso, tu pasaje de regreso.
Las bebidas son capítulo aparte: no están incluidas en el precio y se pagan por separado. Eso sí, no es necesario ir con la cartera a todas partes: al embarcarte te darán una tarjeta para gastos que más tarde cargarán a tu tarjeta de crédito. Las propinas son obligatorias y en muchas navieras se resuelven con 8 € por persona y día. En lo referente a los camarotes, desde luego son mejores los exteriores, pero son más caros. Por otro lado, aunque las naves sean de gran tonelaje y es poco probable que te marees, si esto te preocupa es mejor que reserves una cabina en la mitad del barco y en las plataformas inferiores. Cuanto más arriba y en los extremos estés, es más probable que sientas el movimiento. A bordo hay personal médico, pero sus servicios y las medicinas se te cargarán en tu cuenta, aunque, según el tipo de seguro que contrates, te lo reembolsarán luego.
Lo habitual es que puedas embarcar tantas maletas como quieras. Pero si tienes que volar son las compañías aéreas las que ponen los límites. Y si necesitas alguna comida especial (baja en sal, celíaca, vegetariana) debes indicarlo al hacer la reserva.
Si estas convencido, anímate y luego nos lo cuentas.
Vía: www.deviajes.es
Primera recomendación: reserva ya. La antelación, en lo que a cruceros se refiere, es fundamental para obtener tanto la plaza como el mejor precio. Así aprovecharás las promociones de reserva anticipada y tendrás la opción elegir el camarote que más se adapte a tus necesidades o preferencias. Si aguardas a última hora te arriesgas a quedarte en tierra, mucho más que en el caso de los aviones. Aunque también existen los descuentos del último momento. Los márgenes de tiempo recomendados son de 6 a 8 meses en los siguientes casos: que busques un viaje inaugural; que quieras una suite o un camarote exterior con balcón; si viajas con niños y necesitas uno cuádruplo; o si precisas un camarote perfectamente adaptado para personas con movilidad reducida.
La documentación, lo primero. Los pasajeros precisan acreditar siempre su identidad y nacionalidad para subir o bajar del barco. Lleva siempre encima toda la documentación cuando bajes a tierra. En algunos países pueden pedirte, incluso, tu pasaje de regreso.
Las bebidas son capítulo aparte: no están incluidas en el precio y se pagan por separado. Eso sí, no es necesario ir con la cartera a todas partes: al embarcarte te darán una tarjeta para gastos que más tarde cargarán a tu tarjeta de crédito. Las propinas son obligatorias y en muchas navieras se resuelven con 8 € por persona y día. En lo referente a los camarotes, desde luego son mejores los exteriores, pero son más caros. Por otro lado, aunque las naves sean de gran tonelaje y es poco probable que te marees, si esto te preocupa es mejor que reserves una cabina en la mitad del barco y en las plataformas inferiores. Cuanto más arriba y en los extremos estés, es más probable que sientas el movimiento. A bordo hay personal médico, pero sus servicios y las medicinas se te cargarán en tu cuenta, aunque, según el tipo de seguro que contrates, te lo reembolsarán luego.
Lo habitual es que puedas embarcar tantas maletas como quieras. Pero si tienes que volar son las compañías aéreas las que ponen los límites. Y si necesitas alguna comida especial (baja en sal, celíaca, vegetariana) debes indicarlo al hacer la reserva.
Si estas convencido, anímate y luego nos lo cuentas.
Vía: www.deviajes.es
1 comentario:
8 euros por persona y dia, ¿que te hacen? Estoy pensando mal...
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