31 ago 2007

Nueva Caledonia

Viaje al corazón del Océano Pacífico, encontrarás playas de postal.

Las islas que forman Nueva Caledonia son un paraíso perdido en medio del Pacífico Sur, al este de Australia. Aunque sea un territorio de ultramar de Francia, posee leyes propias y una moneda diferente (el franco del Pacífico). En Nueva Caledonia, uno siente que está perdido en medio del océano Pacífico. A diferencia de otros archipiélagos de la zona, desde el avión no se ve un montón de islas dispersas sobre el agua. En realidad, aquí está la isla Grande Terre, la Des Pins, el archipiélago de Bélep y los islotes de Loyauté. Son poco más de 220.000 habitantes los que pueblan los 19.060 km2. Entre ellos hay canacos, de origen melanesio, los caldoches, de origen francés, los métro son los franceses que vienen para pasar unos años, y los Pied-noirs, de origen magrebí.

Noumea es la capital de Nueva Caledonia y la ciudad más grande de la isla de Grande Terre, la puerta de entrada a las islas. Esta ciudad, fundada en 1854 como Port de France, es ahora un núcleo cosmopolita repleto de restaurantes, hoteles y vida nocturna. No pases por Noumea sin parar en alguna de sus discotecas, donde siempre suenan animados ritmos tropicales, reggae, rumba y sonidos africanos. La marcha de cualquiera de sus discos se mezcla con la tradición, que manda saborear una cerveza Número 1.

De día, visita la Place des Cocotiers, donde los habitantes siguen manteniendo una de las tradiciones más arraigadas: jugar a la petanca igual que lo hacían hace un siglo. El itinerario cultural por esta ciudad nos lleva también a la catedral Saint Joseph (Rue de Verdun), construida en 1887.

Es una zona que merece una visita, especialmente por los pueblos que se asientan en la zona costera y que reflejan el estilo de vida de los pueblos kanak. La costa y las rojizas colinas del sur son impresionantes en esta zona. Merece una parada La Conception, una pequeña villa que fue creada por misioneros maristas a finales del siglo XIX

La última parada de la zona puedes hacerla en la Plaine des Lacs, un lugar en el corazón de la isla donde los lagos se suceden uno tras otro. Conducido por la RT2, llegarás Pernod Creek, 20 km al norte del parque de Rivière Bleue. Es un lujo descubrir aquí las bellas cascadas Chutes de la Madeleine, perfectas para hacer un picnic, descansar y darse un baño.
Vía: www.deviajes.es

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